Trabajo Social en el Sistema Público de Salud: Atención Primaria, Hospitalaria y Salud Mental Mª Luz Burgos Varo.Isabel Pérez Amores :Remedios Sánchez Navarro. Colegio Trabajadores Sociales de Málaga . Especial Congreso

Mª Luz Burgos Varo, Isabel Pérez Amores, Remedios Sánchez Navarro.
Diplomadas en Trabajo Social, Trabajadoras Sociales Servicio Andaluz de Salud.
RESUMEN
La ponencia hace un recorrido histórico por el trabajo social sanitario, recordando los orígenes de la profesión en este ámbito. Se expone el desarrollo del trabajo social en el sistema público de salud, desgranando su recorrido, sus funciones y cartera de servicios en los tres ámbitos de actuación.
Reflexionamos de manera crítica sobre nuestra inserción en el sistema haciendo hincapié en la necesidad continuada de mejorar nuestro trabajo profesional, en la necesidad de una estructura organizativa, de mayor reconocimiento del trabajo social por parte de la administración sanitaria y en la necesidad de desarrollar la coordinación sociosanitaria como proyecto de futuro.
Como conclusiones indicamos que el trabajo social como disciplina contribuye a dar a los servicios sanitarios un enfoque integral de la salud, aportando específicamente los aspectos socio-familiares que inciden en el nivel de salud de la población desde una visión global y desde la cercanía al usuario ejerciendo de defensores de sus derechos.Nos posicionamos como el nexo de unión con los otros sistemas del bienestar y con la comunidad en general. Asumimos la necesidad de que el trabajo social sanitario sea considerado una especialidad en nuestra profesión. Planteamos que el empoderamiento del trabajo social en la administración sanitaria viene por seguir desarrollando nuestras fortalezas y nuestro potencial desde una actitud proactiva huyendo tanto del victimismo como de la autoinculpación, aumentando la confianza en nuestra propia capacidad, poniendo el acento en
ofrecer un trabajo digno y de calidad al ciudadano.
PALABRAS CLAVES
Trabajo social sanitario / Valoración integral de la salud / nexo de unión con la comunidad / coordinación socio sanitaria
INTRODUCCIÓN
De todos es conocido que el trabajo social se inició de la mano del Dr. Cabot en los hospitales públicos americanos a fin de poder profundizar en el diagnostico médico con el conocimiento de los aspectos familiares, sociales y económicos de los enfermos, con dos funciones básicas: investigadora, y educadora. Ya Mery Richmond en 1.921 afirmaba que “la asistente social era interprete de la población ante el hospital y de éste ante la población” Igualmente, en España, la primera Escuela fue creada en el 1932 por un médico Dr. Roviralta y tras la guerra civil se creó una nueva escuela en 1.952, por el Dr. Sarró, ligada al campo de la psiquiatría (1), siendo considerado el trabajo social psiquiátrico como una especialidad influido por la experiencia de EE.UU. de los “equipos psiquiátricos” y de la necesidad de trabajar con la familia de los enfermos mentales. A final de la década de los sesenta la Clínica Tavistock de Londres, con una fuerte influencia de la escuela inglesa de psicoanálisis fue un importante referente en la formación de los/as trabajadores/as sociales.
En la década de los 70 en Cataluña los primeros hospitales municipales, antiguos asilos, contrataron a
los primeros profesionales de trabajo social para encontrar recursos alternativos a aquellas personas cuyo domicilio era el hospital, y ya en 1980 se empieza a hablar de Programa de planificación del alta en personas con problemas sociales.
El Real Decreto 137/84 sobre Estructuras Básicas de Salud, establece en el sistema sanitario los dos niveles de atención, Primaria y Especializada y se crean los Equipos de Atención Primaria, estableciendo en su art. 31 que los Trabajadores Sociales formarán parte de estos Equipos. En el art. 51, se concreta las funciones a desarrollar por los equipos, relativas a la Promoción, Prevención, Asistencia y Rehabilitación, dirigidos a individuos, grupos y comunidades, con el objeto de prestar una Atención Integral de Salud.
Por tanto nuestra profesión ha estado desde sus comienzos totalmente ligada al campo sanitario, inicialmente a hospitales y a salud mental y posteriormente y desde hace próximamente unos 25 años, precisamente,a la atención primaria de salud.
Nos piden que realicemos un recorrido por estos 25 años, narrando su historia, su actualidad y la perspectiva de futuro. Vamos a intentar hacerlo de forma reflexiva, analizando sus “luces” y también sus “sombras”, analizando el momento actual y esbozando las líneas de futuro.Para ello hemos visto conveniente, repasar en esta ponencia el trabajo social en salud, haciendo estos tres grandes apartados: Atención Primaria, Hospitales y Salud Mental.
*ATENCIÓN PRIMARIA DE SALUD
Como hemos dicho el trabajo social sanitario en atención primaria es el más reciente, se implanta a raíz de la Reforma Sanitaria de mitad de los 80, basado en el nuevo concepto de salud proclamado por la Organización Mundial de la Salud como: “estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Es un derecho humano fundamental; el logro del grado más alto posible de salud es un objetivo social sumamente importante en todo el mundo, cuya realización exige la intervención de muchos otros sectores sociales y económicos, además del de la salud” Y pone el énfasis en reducir las desigualdades de salud en la población.
Define la Atención Primaria de Salud como el primer nivel en el cuidado de salud de la comunidad, prestando los servicios de promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación necesarios para resolver esos problemas mediante actividades de educación sobre los problemas de salud. Implica la autorresponsabilización de los ciudadanos sobre su propia salud, estimulando la participación comunitaria y la coordinación de los diversos sectores sociales que pueden influir en la salud.(2)
Como es fácil ver las funciones propias del trabajo social se pueden incardinar fácilmente en este nivel de atención; igualmente nuestro trabajo lo desarrollamos a con personas, familias, grupos específicos o dirigido a la comunidad en sí. Todas estas funciones, especialmente las preventivas, se prestan a través de los Programas de Salud.
Esta perfecta adecuación entre el concepto y el enfoque de la atención primaria de salud y el trabajo social, en la práctica tuvo algunas dificultades desde el principio que ya señalamos en artículos anteriores (3)(4):Aunque estábamos inmersos en una reforma a fondo de la atención primaria; el sistema sanitario, tiene una larga tradición de asistencia basada en un modelo “biologicista” cuyas prestaciones eran medico-clínicas, individuales, curativas o paliativas, en base a la demanda puntual de la persona; para poder pasar de este modelo al holístico propugnado por Alma Ata, tendría que haber pasado mucho tiempo y haber tenido unas condiciones idóneas que no se daban en la práctica . El trabajo social representaba todo lo nuevo y por tanto “extraño” al sistema: lo social, la comunidad, el riesgo social; en cada equipo había un colectivo más o menos numeroso de personal sanitario: de 8 a 15 médicos y otros tantos enfermeros, y no sanitario: personal de admisión; pero el o la trabajadora social era una persona sola; esto llevaba la consecuencia de que según el desempeño de la profesión que realizara el o la compañera en concreto de cada centro, el trabajo social era valorado positiva o negativamente.
Por nuestra parte carecíamos de un modelo anterior del trabajo social en atención primaria con lo que tuvimos que empezar a “inventar” y “diseñar” nuestra labor. Otro factor influyente en los primeros años fue el desarrollo de los servicios sociales comunitarios y el enfoque predominante de los mismos hacia la gestión de recursos; muchos profesionales y la población confundieron el trabajo social en salud con los “servicios sociales en salud”, demandando la aplicación de los recursos sociales como si fueran medicamentos a prescribir.
(3)(4)
En los 90 se introdujo la llamada “estrategia de riesgo”, basada en el documento de la Organización
Mundial de la Salud: “Salud para todos en el año 2000”; consistía en dar prioridad en la atención sanitaria a aquellas personas que más necesidades de salud presentaban según el principio de la equidad. Esta metodología dio un gran respaldo al trabajo que veníamos desarrollando ya que se trataba de definir, estudiar y dar una atención prioritaria a los grupos y comunidades que por sus características sociales o económicas presentaban peores indicadores de salud. Comenzamos a aplicar estos principios metodológicos a los Programas de Salud, desarrollando protocolos de captación de población de riesgo socio sanitario, de forma que los servicios sanitarios sobre todo los
de promoción de salud y preventivos llegaran a aquella población que peores indicadores presentaban. Se trata de estrategias activas de estudio, captación e intervención de los colectivos de riesgo social.Igualmente desde el trabajo social en atención primaria se ha ido desarrollando multitud de experiencias de trabajo con la comunidad: desde formación de agentes de salud, organización de programas de radio, proyectos de educación para la salud en colegios, institutos, etc. Referencia de muchas de ellas podemos encontrarlas en las publicaciones que se efectuaban desde la Escuela de Salud Pública: Red de Actividades de Promoción de Salud y desde el grupo de Promoción de Actividades con la Comunidad (PACAP) de la Sociedad de Medicina Familiar y Comunitaria, además de las revistas especializadas de trabajo social y salud.Amaya Ituarte (1.995) nos definió muy acertadamente nuestro trabajo como “la actividad profesional que tiene por objeto la investigación de los factores psicosociales que inciden en el proceso salud/enfermedad, así como el tratamiento de los problemas que aparecen en relación a las situaciones de enfermedad” (5) y el objetivo de su intervención sería promover los propios recursos, habilidades, competencias y actitudes de
las personas de cara a mejorar o resolver sus problemas socio-sanitarios. Ituarte y Cruz Videgaín y Amaya Ituarte (6) nos ofrecieron en la revista Formación médica en 1996 un cuadro de desarrollo de actividades según las distintas funciones que me permito resumir aquí:
Funciones Actividades
Promoción de la salud Planificación, implementación y evaluación de proyectos de salud comunitarios.
Educación para la salud individual, familiar y comunitaria. Captación, motivación
y educación.
Información sobre derechos/deberes de los usuarios.
Prevención de la enfermedad
Estudio de los factores psicosociales con incidencia en la salud
Estudio de los problemas y conflictos sociales de la zona de referencia
Estudio de los factores que favorecen o dificultan la implementación de los programas de salud.
Evaluación del grado de satisfacción de los usuarios.
Asistencia Consulta a demanda y programada en el centro de salud y en el domicilio. Individual,
grupal y comunitaria
Rehabilitación Atención a individuos, grupos de enfermos crónicos, disminuidos, ancianos,
etc. fomento de su captación. Reinserción social
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Planificación e
Investigación
Elaboración de los protocolos de trabajo social en los programas de salud.
Participación en proyectos de investigación en el equipo de atención primaria
y/o específicos de trabajo social
Formación y docencia Formación continuada (específica y con el equipo)
Docencia pre y post grado: a estudiantes de medicina y de trabajo social, a médicos residentes, al equipo y a otros profesionales
Organizativas y de soporte
De documentación y registro: Historias e informes sociales
De soporte y coordinación: Con la dirección, con otros niveles de atención sanitaria,con otros trabajadores sociales y profesionales de las distintas entidades de acción social
En el 2000 se definieron en la Cartera de Servicios los siguientes colectivos de riesgo social: Ancianos,
Incapacitados, Mujer, Menor, Inmigrantes, Minorías étnicas, Colectivos especiales: toxicómanos, transeúntes,etc. ; con especial atención al maltrato infantil, de género y de ancianos.
Posteriormente surgió la definición de Zonas con Necesidades de Transformación Social definidas como aquellos espacios claramente delimitados, en cuya población concurran situaciones estructurales de pobreza grave y marginación social, con problemas de infraestructura y equipamiento, vivienda, absentismo y fracaso escolar, desempleo y desintegración social. (7)
En estas zonas se vienen desarrollando programas de intervención desde los distintos ámbitos del bienestar social de forma coordinada, donde los/as trabajadores/as sociales de salud aportan todo lo referente a las intervenciones socio sanitaria procurando implicar a los equipos de salud. Se trata de una experiencia de gran importancia donde se desarrollan modelos de intervención integral que permite rentabilizar los servicios prestados desde las distintas administraciones con sistemas de seguimiento y evaluación, y que demuestra que cuando hay interés se pueden hacer las cosas bien hechas desde la coordinación de las distintas administraciones.De forma especial cabe resaltar que el trabajo se realiza en un 90 % con las mujeres, ellas son las que asumen el cuidado de la salud en la familia, son las cuidadoras de los menores, los ancianos, los discapacitados, son las interlocutoras con el equipo de salud, las protagonistas de los programas del materno infantil, de la atención a discapacitados, los grupos psicoeducativos, etc.
* Situación actual: Cambio en la filosofía de la atención primaria .Desde el comienzo de la reforma sanitaria, hemos asistido a un gran cambio en la implementación de la atención primaria, hemos ido viendo como los principios de la política sanitaria se han desarrollado en Planes de salud estableciendo una serie de objetivos y líneas estratégicas que luego es difícil de plasmar en
la gestión de los servicios ya que en los Planes estratégicos de atención prima más lo cuantitativo que lo cualitativo. El principal objetivo es el control del gasto farmacéutico, los centros están sobredimensionados, el tiempo se ocupa en la atención a la demanda en detrimento de los programas de salud, los médicos de familia que empezaron su especialidad con la reforma se encuentran descontentos, desbordados, se quejan de la falta de tiempo para poder llevar a cabo su trabajo en condiciones. De hecho la especialidad denominada “familiar y comunitaria”, comenzó a desarrollar su apellido con la creación del grupo de “Atención Familiar” con De la Revilla hacia los años 90, hoy día reconocen que pocos son los que pueden desarrollarla (8). Sin embargo el 40% de las consultas del centro de salud se realizan por un 10% de población denominada
“hiperfrecuentadores”, el 60-70% de las consultas repetidas son debido a problemas psicosociales. (9).
Los Equipos de salud se han transformado en Unidades de Gestión Clínica, integradas por “profesionales de diferentes categorías y áreas del conocimiento” – Art. 23.3 Decreto 197/2007 en el que se regula la estructura, organización y funcionamiento de los Servicios de Atención Primaria de Salud- sin concretar, por lo que tampoco se detallan las funciones de cada cual de forma diferenciada, situación que puede dar lugar a muchos problemas.
Muchos trabajadores/as sociales tenemos que atender a más de un centro, lo que nos hace muy difícil
llevar un trabajo con un mínimo de calidad en ambos centros.
Por otro lado, falta por definir el mapa de competencias del trabajo social, en la que ya está trabajando la Asociación Trabajo Social y Salud sobre una propuesta concreta.
ATENCIÓN ESPECIALIZADA: TRABAJO SOCIAL EN HOSPITAL
Como hemos reseñado el trabajo social en hospitales se viene desarrollando desde los años 50.
En los años 70 se crean las “Unidades de servicios sociales” en instituciones sanitarias cerradas del
INSALUD. En 1977 a través de una circular se especifican los objetivos y las funciones de dichas unidades, creando incluso jefaturas del Servicio social hospitalario.Sin embargo, tras la conformación del estado de las autonomías y la creación del Servicio Andaluz de Salud en 1986, se publica el Decreto 105/86 de Ordenación de la Asistencia Especializada donde no contempla las Unidades de Trabajo Social con entidad propia y los trabajadores/as sociales pasan a formar parte de las Unidades de Información y Atención al Usuario. Posteriormente pasan a formar parte de la Unidad de
Gestión de Demanda, creada por el Decreto 80/87 de Ordenación y organización del SAS. Con el RD 521/87 sobre “Organización, Estructura y Funcionamiento de los Hospitales del INSALUD”, se
contempla la existencia de Trabajadores Sociales en los órganos de participación y asesoramiento y en los servicios de Atención al Paciente. En Andalucía en la Nota Interior de 23/89, se especifica que el Servicio de Atención Social está integrados en la Unidad de Gestoría de Atención al Usuario. (10)
Funciones de las Unidades de Trabajo Social en los Hospitales:
1. Función asistencial.
• Atención directa. A los profesionales sanitarios, la familia, el enfermo, los vecinos, otros trabajadores sociales, etc. Sin embargo, el destinatario al que va orientada la intervención es el enfermo o la familia, incidiendo en el plano personal y social, a través del Estudio, Diagnóstico y Tratamiento.
• Gestión de recursos, tanto sanitarios como de la Red de Servicios Sociales, ONGs, etc., con el fin de satisfacer las necesidades existentes, en el propio enfermo o en la familia a la que pertenece.
• Aportes técnicos específicos al Equipo: estudio social del caso o de los factores psicosociales que han influido en la enfermedad, elaboración del diagnóstico social, detección de los problemas generados por la enfermedad al alta hospitalaria, atención realizada: orientación a la familia, búsqueda de recursos sociales, etc.
• Información sobre la problemática social planteada, desde el doble aspecto del Asesoramiento y la
Orientación.
2. Función de Planificación en la Política del hospital.
• Informar a los órganos de la dirección y asesores en todos aquellos cometidos que sean competencia de los Trabajadores Sociales, a través de la participación en la Comisiones y Juntas existentes en la Institución y representando al Hospital en sus relaciones con los distintos organismos con los que se relaciona.
3. Función Docente.
• En el propio hospital tanto a nivel de pregrado como de postgrado. En pregrado, colaborando con las Facultades de Trabajo Social en la formación de los alumnos. Trabajo Social en Salud
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En postgrado, planificando programas de formación continuada de las Unidades de Trabajo Social, así como a otros profesionales.
• En la comunidad.
Campos de actuación social en el campo hospitalario
Intrahospitalario:
- Trabajo Social por Programas.
- Integración en Equipos Asistenciales.
- Trabajo Social en Servicios de Urgencias hospitalarias.
- Integración en equipos de valoración y cuidados geriátricos.
- Trabajo Social en Grupos de Autoayuda.
- Trabajo Social con grupos de pacientes para Autocuidados.
- Programa de Voluntariado.
Programa de Mejora de la Calidad Asistencial.
Extrahospitalario:
- Participación comunitaria.
- Coordinación entre niveles.
- Coordinación con Servicios Sociales Generales y Especializados.
- Coordinación con Instituciones públicas y privadas del área sanitaria.
- Integración en equipos de hospitalización a domicilio.
- Composición de equipos de cuidados paliativos.
Programas desarrollados por Trabajo Social:
• Planificación alta hospitalaria
• Protocolo de IVE
• Protocolo de Atención a inmigrantes
• Protocolo de Atención al maltrato: mujeres y menores.
• Protocolo de eliminación de Barreras Lingüísticas
• Programa de recuperación de material ortoprotésico
• Programa de detección de factores de riesgo social
• Programa de coordinación internivelar de TTSS (AP-AE)
• Participación en los procesos asistenciales, elaborando los indicadores de riesgo social: Embarazo, parto y puerperio, Prótesis de cadera. ACV, Pluripatologico, Demencias, Paliativos, Cáncer de mamas.
Fig. 1: Programa de Planificación del Alta Hospitalaria
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En determinadas zonas de Andalucía se están poniendo en marcha las Áreas Sanitarias, como experiencia que integra bajo una misma dirección gerencia varias zonas básicas y su hospital de referencia, esta forma de organización permite un trabajo más coordinado y unificado entre niveles. En trabajo social permite la continuidad de la atención social. Como ejemplo de las actividades del trabajo social hospitalario ofrecemos la Cartera de servicios de trabajo social (primaria y especializada) del Área Sanitaria Norte de Málaga:
A.- Servicio de Apoyo y Orientación Socio familiar: Atención dirigida a personas y familiares que requieran de intervención social por su problemática como consecuencia de un ingreso o enfermedad que dificulte la integración en su entorno social y familiar.
1. Atención social directa al usuario/familiar: realizando una valoración sociofamiliar para llevar a cabo una intervención social adecuada.
2. Detección y atención precoz en situaciones de alto riesgo social: identificar problemática, valoración, coordinación socio sanitaria y seguimiento social:
1. Ancianos en riesgo
2. Dependientes/Incapacitados
3. Menores en riesgo social
4. Maltrato infantil
5. Violencia de Genero
6. Toxicomanías, alcoholismo/hábitos adictivos
7. Colectivos de inmigrantes y refugiados
8. Embarazos en riesgo social
9. Patologías mentales
10. Colectivos especiales
B.- Orientar y asesorar a los miembros del EBAP y especialmente a los directores de los programas sobre aspectos sociales individuales y comunitarios de las actividades de los mismos:
1. Análisis continuado de las necesidades, demandas y expectativas de la población.
2. Realización del diagnóstico social de la zona
3. Detección de grupos o individuos en riesgo social.
4. Actualización del registro de las instituciones y asociaciones de la zona, así como los recursos sociales existentes.
5. Participación en el estudio y análisis de las ZNTS
6. Participación en la formación continuada.
7. Participación en la elaboración, ejecución y evaluación de los programas que se implanten en el Centro.
C.- Coordinar las actividades de trabajo con la comunidad, teniendo en cuenta sus necesidades y expectativas, cuidando los canales de comunicación entre el Centro y la población. (Accesibilidad)
1. Informar sobre como acceder al sistema de Salud. Derechos y Deberes
2. Contribuir a mejorar la calidad del SAC, recepción del Centro, participando en su ordenamiento y evaluación a fin de dar la Información adecuada.
3. Promover la organización de la comunidad para lograr su participación activa en el Centro.
4. Impulsar el voluntariado social, coordinando su formación y organización de las actividades.
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5. Promover y potenciar actividades con grupos de Salud ya constituidos (Discapacitados, Fibromialgia)
6. Potenciar formas asociadas de colaboración, cooperación, ayuda mutua.
7. Facilitar a los miembros del Equipo toda la información sobre recursos sociales y contactos realizados con la comunidad para realización de sus actividades.
8. Coordinación con otras instituciones para conocer los programas o actividades que se implantan en la zona y optimizar recursos evitando duplicar acciones.
D.- Promover el trabajo en equipo con los/as Trabajadores/as Sociales de otras Instituciones públicas y privadas para conseguir una mejor utilización de recursos y servicios sociales:
1. Coordinación sociosanitaria: acciones encaminadas a ordenar el sistema sanitario y social para dar una respuesta integral a las necesidades de atención sociosanitaria que presenten las personas dependientes, o colectivos en riesgo social con problemas de Salud.
2. Elaboración de protocolos de actuación común
3. Participación en programas de promoción comunitaria de la zona aportando los servicios específicos del centro.
4. Intercambio continuo de información, experiencias profesionales, metodología de trabajo, estudios de investigación, análisis de necesidades y recursos sociales.
Criterios mínimos de oferta
- Consulta Programada, a demanda o administrativa
- Visita a domicilio o a planta, de la población adscrita a su Centro
- Trabajo con grupos ya creados o los que se creen nuevos
- Trabajo con la comunidad en función de programas o actividades del Centro
- Investigación
- Formación continuada
- Docencia
Objetivos del Trabajo Social del Área Sanitaria Norte (ASNM) están insertos dentro de los objetivos de la Unidad de Gestión Clínica de Atención al Ciudadano, Admisión y Documentación Clínica en función de las dimensiones establecidas para la Unidad.
1.- Actividad y rendimiento:
El servicio de trabajo social se compromete en el ámbito de la atención primaria a la atención, valoración, tratamiento y seguimiento psicosocial a individuos y/o familias en el domicilio.
El servicio de trabajo social oferta la estrategia de intervención con enfoque de riesgo social en las zonas con necesidades de transformación social(ZNTS). Trabajar para desarrollar las acciones pertinentes con el equipo designado de cada UGC y asumirá la coordinación en las ZNTS de la realización del plan de intervención.
2.- Accesibilidad:
El servicio de Trabajo social se compromete a mantener la planificación de agendas abiertas en Diraya, con citas disponibles para atención en consulta a demanda con el fin de garantizar la totalidad de las consultas en atención primaria y en especializada.
El servicio de trabajo social se compromete a dar respuesta a la totalidad de las demandas de los usuarios que sean derivados de los servicios socio sanitarios y que presenten factores de riesgo social.
3.- Coordinación interna con los otros profesionales y servicios:
El servicio de trabajo social se compromete a colaborar en la realización de protocolos referidos a información del paciente: Urgencias, Consultas Externas, guía de acogida al paciente.
El servicio de trabajo social se compromete a dar respuesta a los casos de riesgo social que las unidades le comuniquen. El servicio de trabajo social se compromete a participar en las sesiones de gestión de casos donde se da una valoración integral del paciente de cara a su planificación al alta de hospital y su continuidad asistencial y social. El servicio de trabajo social participará en los distintos planes, procesos, programas, que tengan que ver con la mejora de atención al ciudadano: plan intimidad, programa de atención al inmigrante, circuito de información de urgencias.
4.- Orientación al ciudadano y medidas de satisfacción:
La unidad de trabajo social se compromete a participar en comisiones que para mejorar la atención al
ciudadano: Comisión de reclamaciones, comisión de transporte, comisión de atención integral a niños.
La unidad se compromete a realizar actividades de participación de grupos específicos de Salud: Encuentro de cuidadores, sesiones de VVAA, difusión de derechos y deberes en medios de comunicación local.
5.- Continuidad asistencial
El servicio de trabajo social se compromete a realizar un seguimiento de la totalidad de los pacientes en riesgo social incluidos en el programa de planificación de altas sociales. El servicio de trabajo social participará, desde el enfoque social en la organización, desarrollo, seguimiento y evaluación de grupos en los siguientes programas/procesos de la cartera de servicios del SAS:
*Atención y educación sexual: Programa forma joven
*Atención sanitaria a problemas específicos: Cuidadores e inmigrantes
*Procesos Asistenciales: Accidente cerebrovascular (ACV), ansioso depresivo, atención temprana, etc.
El servicio de trabajo social mantendrá la coordinación del trabajo en equipo con los trabajadores sociales de otras instituciones públicas y privadas, con el fin de optimizar recursos sociosanitarios:
• Comisión socio sanitaria
• Reuniones de Coordinación
• Programas que en ese momento se estén desarrollando: Ratser
El servicio de trabajo social mantendrá la coordinación de las actividades de trabajo con la comunidad, desde al análisis de necesidades y expectativas, teniendo en cuenta sus demandas y ciudadano los canales de comunicación entre el centro y la comunidad en las siguientes áreas:
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1. Promover y potenciar actividades con grupos y asociaciones de la comarca:
Fibromialgia, Diabetes, Alzheimer, Mastectomizadas, Sordos, Esclerosis múltiple
2. Captación de voluntariado social, derivando a ONG y asociaciones de la comarca para su regularización, con el fin de integrar este recurso humano en programas o servicios de salud.
3. Potenciar formas asociadas de colaboración, cooperación y ayuda mutua (planes anuales)
4. Facilitar información sobre salud en medios de comunicación, a través de programas ondas de salud.
5. Participar en órganos de decisión a nivel local, comarcal y/o provincial:
• Consejo municipal de Servicios Sociales
• Mesa provincial de prevención de Drogodependencia
• Mesa local de violencia de género
El servicio de trabajo social se coordinará con las distintas unidades del ASNM, en especial, las que tienen incidencia en el riesgo social (unidad de residencias, salud mental, pediatría, unidad de paliativos)
7. Buena práctica clínica en los equipos de trabajo: Formación, docencia e investigación.
Realizar, organizar o participar en:
• Sesiones clínicas de gestión de casos
• Sesiones sobre derechos y deberes en medios comunicación o similar
• Sesiones sobre VVAA mediante charlas y/ medios de comunicación
• Procesos asistenciales: Pluripatologico, ACV, CA mama, Demencias.
• Docencia en cursos o sesiones clínicas sobre abordaje al maltrato, habilidades de comunicación, ..
• Revisión o actualización de protocolos: mal trato, IVE, Inmigrantes, B. Lingüísticas, ancianos en riesgo social...
• Comisiones de calidad: reclamaciones, atención integral al niño, Bioética, Transporte
TRABAJO SOCIAL EN SALUD MENTAL
La Salud Mental es una especialidad transversal que abarca tanto la Atención Primaria como la Especializada. El trabajo social está presente en los distintos dispositivos de atención, si bien debido a la falta de estructura de coordinación específica entre el trabajo social -que más adelante analizaremos- en cada Unidad se ha ido desarrollando de forma particular aunque con grandes similitudes. Así para exponer las características específicas del trabajo social en la salud mental, lo haremos a través de historiar, de forma personalizada, la experiencia concreta del Trabajo Social en la Unidad de Salud Mental Comunitaria Valle del Guadalhorce: Se inicia en enero de 1991; en principio tengo que afrontar el reto de comenzar a crear mi trabajo dentro de un equipo multidisciplinar, donde hasta ese momento, los aspectos sociales eran llevados a cabo por otros profesionales. Estos equipos provienen del desarrollo de la Reforma Psiquiátrica, la cual tenía como objetivo la destrucción del Manicomio y la implantación de la Psiquiatría comunitaria. En 1984 con la creación del IASAM (Instituto Andaluz de Salud Mental) se consolidan los equipos dando origen a los Equipos de
Salud Mental de Distrito (ESM-D). El IASAM fue un órgano creado fundamentalmente para integrar los servicios de salud mental en el sistema público de salud, apostando por una red diversificada, que ofreciese una cobertura general, de base y orientación comunitaria y con una finalidad de curar, educar, prevenir, promocionar, rehabilitar y cubrir necesidades.
Las características esenciales de la psiquiatría comunitaria es la atención integral de los pacientes con
problemas de salud mental dentro de su ámbito territorial, garantizando la accesibilidad de estos, y entendiendo esta atención desde la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad, el tratamiento, la rehabilitación y la coordinación entre los distintos niveles y los sectores implicados en el proceso de salud y en el proceso de enfermar. Por tanto, se produce el paso desde la Institución única, donde el objetivo era el control social y la segregación, hasta una red diversificada donde el objetivo es la integración y la reinserción social; teniendo que dar respuesta a problemas que hasta ese momento no se planteaban por la existencia del Manicomio como la necesidad de atención sanitaria, social, de residencia, de aligeramiento familiar. Esta red socio sanitaria que tenemos hoy, es diversificada como diversificados son los individuos, y diversificada para los diferentes momentos en su proceso terapéutico y de necesidades sociales.
Fig. 2: Organización de la Red de Atención a la Salud Mental.

La organización básica en Salud Mental serían los equipos interdisciplinares comunitarios (ESM-D), los cuales son el primer nivel de atención especializada, y formarán parte de una red diversificada, coordinada entre sí que garantice la continuidad de cuidados y la atención integral del paciente.
En la atención a la salud mental cabe destacar la importancia de la atención primaria de salud, como
puerta de entrada al Sistema Sanitario y a la Salud Mental, como medio cercano al individuo y su familia, y como entorno propio que mediatiza el proceso salud-enfermedad. La efectividad de las intervenciones requiere de la participación de los equipos multidisciplinares que interactúan desde los diferentes niveles asistenciales, desde la Atención Primaria a la Especializada incluyendo la atención de urgencias, requiriendo criterios de derivación y métodos de cooperación para una atención de calidad que implique a todos los servicios necesarios.  Hacer especial mención, como recursos sociales especializados en salud mental a la FAISEM (Fundación andaluza para la integración social del enfermo Mental), la cual en el Valle del Guadalhorce ha implementado hasta la actualidad, dentro del Programa Ocupacional un taller de Cerámica (existente desde 1990) donde participan 39 pacientes. Dentro del Programa Residencial contamos con dos casas hogares con 20 Este trabajo se realizó con la intervención directa de A.P. ya que supuso un lugar de formación para en su
caso las trabajadoras sociales del Distrito y de los PIR. A través de este programa se entrelazaron vínculos con las Asociaciones de Mujeres de la zona y la impartición de charlas-coloquio con algunas de ellas, favoreciendo dichos encuentros los propios servicios sanitarios y sociales de los pueblos.
Otros proyectos desarrollados donde el objetivo es la lucha contra el estigma, enmarcados en los programas con psicóticos:
- Proyecto de colaboración con la UMA. Nuestra vinculación fue durante cuatro años. Se realiza un
proyecto de formación y taller de radio donde participaron pacientes psicóticos, manteniendo un espacio radiofónico semanal (Radio Voz).
- Taller de Cine, en coordinación con FAISEM y AFENES donde se realizó formación audiovisual y se realizó un cortometraje. Esta experiencia desde el principio hasta el final fue compartida y compuesta entre todos pacientes y profesionales. Se realizó un cortometraje “La Pedrá”.
- Creación de la Asociación “Topato” en el Valle del Guadalhorce, favoreciendo el desarrollo y la creación de una asociación autónoma de pacientes, cuyo objetivos sería el apoyo mutuo, la autoayuda, la participación social, la participación en espacios formación, organizando actividades socioculturales. (11)
* Salud Mental en la actualidad:
El sistema sanitario, en función de las diversas políticas sanitarias ha ido modificando los modelos de
intervención y gestión, esto viene afectando nuestra forma de atender las necesidades de las personas afectadas por problemas de salud mental y de incluso a veces modificar la forma de relacionarnos con nuestros compañeros e instituciones. Reseñar el encuadre actual, sería hablar de los Planes de Integración de Salud Mental: PISMA I, PISMA II y del D.77/2008 de 4 de Marzo, de ordenación administrativa y funcional de los servicios de Salud Mental en el ámbito del Servicio Andaluz de Salud.(12) Con el PISMA I (2003-2007) se avanzó en diversos ámbitos, sobre la sensibilización a la población en general contra el estigma, potenciando la red de atención a la salud mental, destacando un crecimiento de recursos de apoyo social (FAISEM), se mejoró la accesibilidad a las Unidades de Salud Comunitarias (U.S.C.) y se impulsó la atención domiciliaria, con un notable avance en la implantación del modelo de gestión clínica reforzado por el decreto de 2008, resaltar el impulso a la continuidad asistencial mediante la extensión de la implantación y el desarrollo de nuevos Procesos Asistenciales Integrados, fomento de la participación ciudadana y consolidación de los movimientos asociativos de familiares y usuarios y por último el desarrollo de estrategias de formación, investigación y gestión para un avance en el conocimiento y atención a la salud mental.
Con el PISMA II (2008-2012) vigente, se tiene como principios fundamentales mejorar la calidad, equidad y eficacia de los servicios sanitarios orientados a la prevención, mejora asistencial y de cuidados de pacientes y familiares, incorporando la perspectiva de la recuperación como crecimiento personal más allá de la desaparición de los síntomas. Y el D 77/2008 de 4 de Marzo, de ordenación administrativa y funcional de los servicios de Salud Mental en el ámbito del Servicio Andaluz de Salud, se organiza funcionalmente en los niveles de atención primaria y atención especializada. Introduciendo el enfoque de género en la estrategia de intervención. Se pasa de ser Equipos de Salud Mental Unidades de Salud Mental Clínica. Todos los dispositivos asistenciales estarán integrados en las áreas hospitalarias o áreas de gestión sanitaria correspondiente. Se desarrollarán sus actuaciones con criterios de gestión clínica, incorporando en la toma de decisiones clínicas el mejor conocimiento disponible, así como los criterios definidos en las guías de procesos asistenciales y guías de práctica clínica de demostrada calidad científica y los criterios de máxima eficiencia en la utilización de los recursos diagnósticos y terapéuticos. Se consolida la asignación de los incentivos de la UGC y de los profesionales adscritos, en función del grado de cumplimiento de los objetivos. Las-os trabajadoras-es sociales de nuestra UGC desde hace tres años, venimos reuniéndonos una vez al mes, con el fin de homogeneizar un modelo de trabajo de atención social en salud mental, y establecer y consensuar instrumentos de trabajo para la práctica del trabajo en salud mental.
Por el área se estableció la figura de referente de Trabajo Social, esta referente participa en las reuniones y comisiones de nuestra UGC, aportando el enfoque de T. S. en los procesos asistenciales, y fundamentalmente en el proceso TMG, además de coordinar la reunión mensual.
Actualmente las Funciones del T.S. en la Unidad de S. Mental Comunitaria:
Son las propias de la Unidad de Gestión Clínica para la U.S.M.C. a desarrollar en cada ámbito poblacional.
Por tanto:
a. Prestar atención integral a pacientes de su ámbito poblacional en régimen ambulatorio o domiciliario.
b. Desarrollar programas de atención comunitaria que integren actividades de carácter preventivo y de promoción de la salud, asistenciales, de cuidados y de rehabilitación y de apoyo a la integración social, en coordinación con aquellos recursos que contribuyan a la mejor atención de estos pacientes.
c. Garantizar la continuidad asistencial y de cuidados con otros dispositivos asistenciales.
d. Apoyar y asesorar a los centros de atención primaria en la atención a los problemas de Salud Mental de la población asignada, mediante la realización de actividades de formación, interconsultas u otras.
e. Coordinar la derivación de pacientes al resto de dispositivos de Salud Mental, cuando las necesidades de los mismos así lo requieran.
f. Proponer la derivación de pacientes a otro centro o servicio vinculado con el Servicio Andaluz de Salud mediante convenio o concierto.

La CARTERA DE SERVICIOS de T.S. en la USMC Valle del Guadalhorce es:
1. EN RELACIÓN AL EQUIPO:
Reunión de equipo semanal
Sesión clínica semanal
Coordinación de casos diario
Interconsulta de casos diario
2. EN RELACIÓN A PACIENTES:
Entrevista de acogida Casos nuevos
Seguimiento de casos Diario
Visita domiciliaria Anual en TMG, o según necesidades
Entrevista familiar Según necesidades
Gestión con otras instituciones y sectores Según necesidades
Taller de psicoed. Familiar Semanal
Taller de psicoed. Familiar / paciente Bisemanal
Elaboración de informes sociales y protocolos de valoración
A petición de otros profesionales o pacientes
Apoyo a familiares Según necesidades
Apoyo Asoc. Pacientes del distrito Bimensual
Grupo de Mujeres Semanal
3. EN RELACIÓN A LA COMUNIDAD
Coordinación casos con AP. Según necesidades
Coordinación casos con SS.SS.CC. Según necesidades
Coordinación casos con menores Según necesidades
Coordinación casos ley de dependencia Según necesidades
Actualización guía de recursos En proceso
4. EN RELACIÓN A INTERNIVELES SAS
Coordinación y seguimiento de casos con diagnostico
T.M.G. con USM-HG./p-2, p-3
Según casos
Coordinación y seguimiento de casos con diagnostico T.M.G. con C.T.
Según casos
Coordinación y seguimiento de casos con diagnostico
T.M.G. con U.S.M.I.J
Según casos
Reunión Trabajadoras sociales área II Mensual
5. EN RELACIÓN A FAISEM
Coordinación ocupacional Mensual
Coordinación taller ocupacional Cártama Semanal
Coordinación C.H. Casarabonela Quincenal
Coordinación C.H. Pizarra Quincenal
Coordinación piso supervisado Cártama Quincenal
Coordinación piso supervisado Pizarra Quincenal
Coordinación piso supervisado Marbella Mensual
Coordinación P. apoyo externo FAISEM Mensual
Coordinación y seguimiento conjunto de casos en
integración laboral Semanal
Protocolo derivación e informes sociales a FAISEM Según necesidades
6. EN RELACIÓN CON ASOCIACIÓN DE FAMILIARES AFENES
Derivación Según necesidades
Coordinación y seguimiento conjunto de casos Mensual
7. EN RELACIÓN A POBLACIÓN GENERAL
Atención socio-sanitaria: información, valoración, orientación y seguimiento, si lo precisara
A demanda de otros profesionales o del usuario
REFLEXIÓN SOBRE EL TRABAJO SOCIAL SANITARIO EN LA ACTUALIDAD
Una vez expuesto de forma pormenorizada las características del Trabajo Social en cada área de atención vamos a analizar algunos aspectos relevantes que nos afectan:
* NECESIDAD DE ESTRUCTURA ORGANIZATIVA
Una de las principales reivindicaciones del trabajo social sanitario en sus tres ámbitos: atención primaria, hospitales y salud mental; es la necesidad de una estructura de coordinación institucional.
Si bien en un principio hubo unas coordinadoras de trabajo social a nivel provincial, una vez que los Distritos Sanitarios fueron tomando cuerpo, no se contempló la figura de la coordinación de trabajo social en los organigramas. En Atención Primaria, algunos Distritos contamos con personas de referencia, normalmente técnicos de salud pertenecientes a distintas profesiones (médicos, enfermeros u otros), en otros casos un trabajador/a social a los que la dirección les encomienda esa función además de su trabajo. En los Hospitales como hemos dicho la Unidad de Trabajo Social depende de la Gestoría de Usuarios y en Salud Mental del director de la Unidad. En determinadas zona se están creando Áreas Sanitarias que agrupan bajo una misma unidad de gestión a varios centros de salud con su hospital de referencia, haciendo posible la coordinación entre niveles, en Málaga contamos con la Área de la Serranía y la Área Norte de Málaga, en ambas las coordinadoras
son trabajadoras sociales. El problema es que no existe una relación reglada y organizada entre estos
coordinadores ni a nivel provincial ni con los servicios centrales. Esta falta de ordenación que unifique criterios de actuación, protocolos, objetivos, metodología de trabajo social; que investigue sobre la aportación y la eficacia de nuestro trabajo en salud, tiene como consecuencia que no podemos desarrollar un trabajo organizado, homologado y supervisado como oferta unificada de servicios.
Los y las trabajadoras sociales, durante todos estos años con gran esfuerzo y voluntad por su parte, han ido elaborando criterios de derivación, funciones, protocolos, programas, proyectos, carteras de servicios, proyectos de continuidad de cuidados, procesos, estrategias de calidad, mapas de competencias, etc. En todos y cada uno de los planteamientos propuestos por la Administración, los trabajadores sociales, bien a petición de determinado Distrito o bien simplemente a iniciativa propia han definido su aportación; pero al no existir una estructura que “desde arriba” coordine, homologue, supervise, “de cuerpo” a las iniciativas de los profesionales, nos encontramos con un colección de propósitos de actuación que si bien no difieren mucho entre sí porque los principios, el enfoque, las líneas de trabajo y la metodología son similares, carecen del aval institucional que respalde y acredite nuestro trabajo dentro de la administración sanitaria ya que se trata de iniciativas de la base que son locales y no refrendadas por la institución. Pero además, hemos hecho el esfuerzo de divulgarlos a través de revistas, en jornadas, en cursos, etc. a fin de poder extender nuestras experiencias a los demás compañeros de otras zonas; de ello dan muestra los numerosos artículos, comunicaciones y póster que las y los trabajadores sociales de salud realizan para revistas, jornadas y congresos tanto del ramo sanitario como de los servicios sociales. Desde hace unos años podemos ver que se están incluyendo en las Carteras de Servicios de las Unidades de Gestión Clínica objetivos que se asignan a los trabajadores sociales y en los Servicios Centrales contamos con una compañera Patricia García, adscrita a la Subdirección de Cooperación Sociosanitaria que está haciendo grandes esfuerzos por el impulso del trabajo social sanitario a este nivel, desde la organización de cursos a la creación de redes de información y promoción de las experiencias concretas. Esperemos que sea el germen de la coordinación que necesitamos.

*NECESIDAD DE RECONOCIMIENTO DEL TRABAJO SOCIAL POR PARTE DE LA ADMINISTRACIÓN:
Los/as trabajadores/as sociales sanitarios somos colectivo muy pequeño, unos 512 en toda Andalucía
frente a 5.351 médicos de familia, 7.721 facultativos especialistas o 20.184 enfermeros según la web del SAS; suponemos el 0,61 % de todo el personal. Si a esto le unimos la falta de la estructura organizativa que hemos mencionado y el no estar contemplados como profesionales sanitarios, traen como consecuencia una situación de falta de atención hacia nuestra profesión por parte de la institución que trae consecuencias muy negativas para la propia eficacia de sus servicios.
Como muestra la atención a las personas con dependencias, a principios de los 90, en Atención Primaria de Salud se comenzó a desarrollar un Programa de Atención Domiciliaria a personas inmovilizadas que no podían acudir a los Centros; básicamente consistía en detectar enfermos en domicilio, realizar una valoración integral y planificar una serie de objetivos a través de visitas domiciliarias para atender los problemas de salud de estos enfermos.
Los trabajadores sociales participamos plenamente: En la detección con ayuda de las entidades y grupos comunitarios (servicios sociales, voluntariado, etc.); en la valoración, no se podía valorar a todos pero sí a los que presentaban unos marcadores de riesgo social o vivían en zonas de riesgo, realizando un seguimiento en domicilio. Pero además, realizamos estudios sobre sus características familiares y sociales (14) (15) mapas de riesgo (16), evaluación de calidad, etc . (17) También organizamos grupos de educación para la salud con cuidadores familiares y profesionales – cuidadores de residencia- En muchos centros los trabajadores sociales pusieron en marcha un programa de reutilización de material ortoprotésico (18) (19) ,como en casi todo lo demás a base de puro voluntarismo sin encontrar un respaldo institucional a las iniciativas puesta en marcha por los trabajadores sociales. En los hospitales  las personas con dependencia, han sido objeto prioritario de trabajo para los trabajadores sociales, no solo por su repercusión socio familiar sino porque para los gestores hospitalarios, el principal objetivo era la reducción del tiempo de estancia hospitalaria. No en vano el Programa de Alta Hospitalaria, cuya población diana son son precisamente las personas con discapacidad se puso en marcha por las Unidades de Trabajo Social desde los años 80.
En Salud Mental, gran parte de los usuarios que padecen trastornos mentales graves pueden considerarse como personas dependientes que, como hemos visto, han formado y forman parte de la Cartera de Servicios de Trabajo Social. En el año 2002 la administración sanitaria implanta la enfermería de enlace, y le asigna parte de las funciones que los TT.SS. venían desarrollando en este programa, que al mismo tiempo estaba incluido en la cartera de servicios de los trabajadores sociales esto ha dado  lugar a una gran confusión, profesionales sanitarios, los usuarios y los compañeros de otras entidades no saben qué es lo que hace uno y qué es lo que hace el otro. Por ende, esta situación ha creado recelos, rencillas y en no pocas veces problemas de intrusismo profesional propiciado por la propia administración sanitaria que por otro lado preconiza el Trabajo Social en Salud ,trabajo en equipo y la atención integral y complementaria entre los distintos profesionales. Desde entonces hemos elevado todo tipo de quejas a través de los colegios profesionales, sindicatos, etc., contamos con nuestro tenaz compañero Mariano Sánchez que en su “Memorando” analiza la única respuesta que nos da la administración: “la poca visibilidad” del trabajo social en salud (20), como explica nuestro compañero, esa poca visibilidad la provoca la misma Administración al “pasar de largo” por el trabajo social en salud.  Otra consecuencia grave es que en el desarrollo de la Ley de atención a personas con dependencias hasta ahora, no se tiene en cuenta el trabajo que desde salud se viene realizando con este colectivo. A nosotros nos llegan las necesidades y los problemas de nuestros usuarios desde el mismo momento de la pérdida de la autonomía, cuando hay un agravamiento, cuando hay cambios en el sistema familiar, etc. La demanda de información de la Ley nos llega a través de los usuarios, de los médicos y de los enfermeros, podemos decir que estamos en medio de los dos sistemas, somos el “broche” que los une, pero falta la incardinación entre las distintas administraciones.
*NECESIDAD DE LA COORDINACIÓN SOCIO SANITARIA
La Ley de Atención a la promoción de la autonomía personal establece como uno de sus principios la colaboración entre los servicios sociales y sanitarios en la prestación de servicios. (art. 3.l) y otorga a las Comunidades Autónomas la función de “establecer los procedimientos de coordinación sociosanitaria• (art. 11. C) Por su parte la Ley de calidad de salud que la define su art. 14 que la prestación socio sanitaria como “el conjunto de cuidados destinados a enfermos que necesitan de la actuación simultánea y sinérgica de los servicios sanitarios y sociales” (21); afirmando que la continuidad del servicio será garantizada por los servicios sanitarios y sociales a través de la adecuada coordinación entre las Administraciones públicas correspondientes. Esta coordinación interinstitucional se ha empezado a establecer en determinados procesos o áreas de atención: Zonas de transformación social, Atención Temprana, Forma Joven, pero queda por desarrollar en la Atención a la Dependencia. Para que la aplicación de la Ley sea realmente eficaz es imprescindible que esa coordinación se organice; en el trabajo social hospitalario nos encontramos con situaciones socio sanitarias en las que la continuidad de cuidados se rompe precisamente por esta falta de coordinación, dejando en situaciones de grave desprotección a personas con dependencias de alto riesgo social. Las y los trabajadores sociales de salud somos sin duda alguna idóneos para trabajar este campo, somos – como ya definió M. Richmond- el “nexo” de unión con la comunidad, tenemos una amplia experiencia profesional para realizarla, de hecho lo hacemos día a día con nuestros colegas de otras instituciones, tanto en la atención de personas como con programas y proyectos intersectoriales.
En el Área Sanitaria Norte de Málaga desde el 1998 se está trabajando en coordinación sociosanitaria y desde hace tres años se ha institucionalizado la coordinación mediante una Comisión Socio-Sanitaria que a su vez forma parte del Consejo Municipal de Servicios Sociales.(22) En el Área Norte de Córdoba, en Dos Hermanas de Sevilla llevan años implementándose como proyectos piloto de ambas administraciones; esperemos que sirvan como ejemplo para extenderlo al resto de la comunidad.
* NECESIDAD DE MEJORAR NUESTRO TRABAJO PROFESIONAL
Sin duda hay muchos aspectos a mejorar, por ejemplo algo tan básico como la aplicación de nuestra metodología en la valoración y tratamiento de los casos. La realización de un buen diagnóstico socio-sanitario es la base para poder realizar una intervención eficaz (García 2001) (23) y hay que reconocer que son muchas las veces que por las prisas no nos detenemos; en su magnífico libro sobre Intervención profesional, lo especificaba de la siguiente forma:
1.- Concretar los problemas que presenta el usuario: tipo, naturaleza, magnitud.
2.- Jerarquizarlos: prioridad, magnitud, vulnerabilidad.
3.- Relacionarlos entre sí.
4.- Establecer prioridades
5.- Hacer un pronóstico
6.- Relacionarlos con los recursos.
Solo así podremos:
- pasar de las demandas a las necesidades
- trabajar con la persona y no con el problema
- provocar cambios de tipo 2 (cambio de reglas de interacción)
- trabajar de cara a las necesidades y no de cara al recurso
Sin duda nos va ser de gran utilidad para conseguir este propósito la próxima publicación de la investigación realizada por compañeros de de distintas comunidades autónomas y coordinada por Dolors Coloms a través de la Asociación de Trabajo Social y salud, sobre Diagnóstico Social Sanitario.
Esta es la línea de trabajo que proponemos continuar realizando investigación sobre nuestro propio trabajo,profundizando en la aportación del discurso del trabajo social a la atención a la salud, y en la aplicación de nuestra metodología. Es verdad que el programa informático DIRAYA no nos permite acceder a la explotación de datos, pero nadie nos impide organizar registros concretos para evaluar los proyectos que ponemos en marcha, midiendo su impacto en la salud con indicadores claros. Estas son tareas prioritarias para entender la eficacia del trabajo en este sector
CONCLUSIONES
A lo largo de todos estos años y a pesar del olvido en la que nos ha instalado la administración sanitaria, el colectivo, como dicen nuestra compañera canaria Concepción Abreu (25) hemos mantenido una actitud proactiva: iniciativa, creatividad, fortaleza, motivación en nuestro trabajo. Quizás algunos trabajadoras /es sociales se hayan quedado en satisfacer la demanda de los usuarios y de los otros profesionales limitándose a gestionar recursos, algunos carecerán de iniciativas para poner en marcha proyectos comunitarios; quizás a muchos nos cueste investigar y escribir comunicaciones; en cualquier colectivo hay personas más destacadas y personas más gregarias, personas muy activas y otras más pasivas pero precisamente para eso reivindicamos un marco normativo que regule y defina las funciones específicas del trabajo social en salud en los distintos ámbitos: primaria, especializada y en salud mental ; así como una estructura organizativa, para poder estimular, planificar, coordinar y evaluar el trabajo del día a día.De lo que no cabe duda es que el trabajo social, como disciplina contribuye a dar un enfoque global de la salud, aportando especifcamente los aspectos socio- familiares que inciden en el nivel de salud de la población
desde una visión global y desde la cercanía a los usuarios ejerciendo de defensores de sus derechos.
Tenemos una amplia formación sanitaria y también en servicios sociales, conocemos a fondo ambos
sistemas, por lo que somos los profesionales más preparados para la coordinación socio-sanitaria. Hemos trabajado con personas, con grupos, con comunidades, se ha hecho promoción, prevención, educación, asistencia, rehabilitación, formación. Se ha trabajado con niños, con jóvenes, con mujeres, con mayores. Contamos con una Asociación específica de Trabajo Social y Salud, que este año celebra su décimo congreso con el título “Innovando en Trabajo Social Sanitario del siglo XXI”. Contamos una comisión específica de salud en el Consejo de Colegios profesionales andaluces. Contamos con dos revistas especializadas de trabajo social en salud -Trabajo Social y Salud y Agathos- y numerosísimas publicaciones en otras revistas del ámbito sanitario y del social. Es decir, como defiende Enma Sobremonte, presidenta de la Asociación, reunimos las condiciones necesarias para que se pueda considerar el trabajo social sanitario como una especialidad dentro de nuestra profesión. Es evidente que el trabajo social no tiene ningún “poder” en la administración sanitaria. Sin embargo, como ya afirmaba Tersa Zamanillo, profesora de la Universidad Complutense en 1990 ; el poder no tiene porqué ser “poder sobre alguien”, también necesitamos poder “para”, poder como fuerza y energía,como recurso personal para afrontar los problemas. Justamente unos de nuestros principios básicos es “Identificar y desarrollar las fortalezas y el potencial de las personas para promover su empoderamiento”.El empoderamiento del trabajo social en salud tiene que venir de la confianza en nosotros mismos, de la convicción firme y decidida en nuestra profesión y en nuestros principios y esa es la fuerza que tenemos, porque a pesar de todas las circunstancias difíciles que nos rodean, somos un colectivo que contamos con una gran resiliencia, nos superamos continuamos adelante a pesar de la adversidad. Nuestra propuesta es continuar desarrollando nuestras fortalezas y huir tanto del victimismo como de la autoinculpación, aumentar nuestra confianza en nosotras mismas y en nuestra capacidad, poniendo en el acento en ofrecer un trabajo digno al ciudadano, solo así podremos aumentar nuestra capacidad de influencia en el campo sanitario.

BIBLIOGRAFÍA
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(18) Chico A. y otros ““Programa de recuperación y reasignación de material ortoprotésico”. Revista Trabajo Social y Salud n’ 27
(19) Chico A. y otros “Evaluación del programa “Recuperación y reasignación de material ortoprotésico en el año 1996”
(20) Sanchez Robles M. “Dificultades para la visivilidad del trabajo social en andalucia” http://www.funcionadministrativa.com/default.asp
(21) Ley 16/2003, de 28 de mayo, de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud
(22) Rodríguez M.C., Pérez I. Galeote V, Gil, E. “Comisión sociosanitaria de Antequera”. Rev. Documentos de Trabajo Social”. 2.006; 57:19-18
(23) García F. “La intervención profesional en trabajo social: supuestos prácticos I” Ed. Colegio Oficial de Trabajadores sociales de Málaga. 2001
(24) Coloms, D. “El trabajo social sanitario” Ed. Consejo General de Colegios de Trabajo Social. 2.008
(25) Abreu, C. “La construcción de un modelo proactivo de trabajo social sanitario en la atención primaria de salud: la experiencia de Canarias” Rev. Agathos. www. revista-agatos.
(26) Zamanillo, M. T. “Lo viejo se renueva. Un perfil del trabajador social hoy” Documentación social.1990 (79): 27-21

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